
Hay silencios que gritan más fuerte que cualquier palabra.
Silencios que no vienen del exterior, sino desde lo más profundo del alma.
A veces no sabemos qué decir. A veces ya lo hemos dicho todo.
Otras veces, simplemente esperamos… que algo o alguien nos responda.
Yo he estado ahí.
En ese lugar donde el silencio no consuela, sino que duele.
Donde las preguntas se repiten, pero las respuestas no llegan.
Este espacio que hoy abro contigo no pretende tener todas las respuestas.
Pero sí quiere ser un lugar donde puedas respirar, pensar, llorar si es necesario… y volver a levantarte.
Porque aunque el silencio pese, tú sigues aquí.
Y eso… ya lo dice todo.